JUEVES 25/SEP/08
VILLAHERMOSA, TABASCO, MÉXICO
JOSÉ ANGEL CASTRO
TABASCO HOY
Radio Noticias Balancán (RNB)
CRÓNICA
El reloj marcaba las 06:00 horas pero en la frecuencia 740 de amplitud modulada el programa radiofónico “El Padrino” no dio inicio, el titular Alejandro Zenón Fonseca, no acudió a su estación pues la inseguridad en el estado le había arrebatado la vida; en esos momentos era velado en una de las salas del Recinto Memorial por sus familiares, amigos y allegados.
Cansado de las injusticias y la ola de secuestros, Fonseca Estrada, mejor conocido por su programa de radio transmitido todos los días durante la mañana, había tomando la iniciativa de levantar su voz y repudiar los plagios y actos delictivos que día a día están mermando la integridad de Tabasco, sin que las autoridades tomen riendas en el asunto.
Eso fue el inicio de los últimos días del Padrino Fonseca, quien al colocar unas mantas de apoyo a la ciudadanía, para que ella misma se arme de valor para denunciar a los delincuentes, con leyendas como “el secuestrador vive hasta que el ciudadano quiere”, fue ultimado por las balas de una AR-15 que se dispararon desde una camioneta color azul el martes por la noche.
Ayer, el Padrino no inicio como de costumbre, pues su cuerpo era entregado a familiares quienes lo trasladarían hasta los velatorios del cementerio conocido como Recinto Memorial, la sala número Uno, sería el último lugar donde se reuniría con sus seres queridos.
Con sólo algunos de sus amigos cercanos escoltándolo, el féretro de Alejandro Zenón llegó en punto de las 10:15 horas a la sala correspondiente, ahí su madre y hermanos lo esperaban consternados por la irreparable pérdida, mientras los empleados de los velatorios colocaban el ataúd sobre la capilla.
En el mismo lugar y en preámbulos de la ceremonia, resentida con los medios de comunicación tras ser exhibida públicamente por su accidente de tránsito, Paloma Rives se enfrentaba a algunos reporteros para negarles el acceso a los obituarios, mientras que allegados del ahora extinto se limitaban a observar la insistente agresividad de la funcionaria hacía los fotógrafos.
Sin embargo, el dolor de la perdida de un hijo fue mayor ante el protagonismo de la funcionaria, hermanos y amigos se abrazaban mutuamente en la sala del velatorio, a la vez que decenas de arreglos florales llegaban en memoria del ahora acaecido para adornar su último recinto.
El padrino, dejó de complacer a su público por intentar alzar la voz para tener un Estado mejor, le costó la vida, censurando de esta manera la libertad de expresión como en años pasados se había iniciado, con la desaparición del compañero Rodolfo Rincón Taracena; dos comunicadores víctima de la delincuencia y la ineptitud de las autoridades.
VILLAHERMOSA, TABASCO, MÉXICO
JOSÉ ANGEL CASTRO
TABASCO HOY
Radio Noticias Balancán (RNB)
CRÓNICA
El reloj marcaba las 06:00 horas pero en la frecuencia 740 de amplitud modulada el programa radiofónico “El Padrino” no dio inicio, el titular Alejandro Zenón Fonseca, no acudió a su estación pues la inseguridad en el estado le había arrebatado la vida; en esos momentos era velado en una de las salas del Recinto Memorial por sus familiares, amigos y allegados.
Cansado de las injusticias y la ola de secuestros, Fonseca Estrada, mejor conocido por su programa de radio transmitido todos los días durante la mañana, había tomando la iniciativa de levantar su voz y repudiar los plagios y actos delictivos que día a día están mermando la integridad de Tabasco, sin que las autoridades tomen riendas en el asunto.
Eso fue el inicio de los últimos días del Padrino Fonseca, quien al colocar unas mantas de apoyo a la ciudadanía, para que ella misma se arme de valor para denunciar a los delincuentes, con leyendas como “el secuestrador vive hasta que el ciudadano quiere”, fue ultimado por las balas de una AR-15 que se dispararon desde una camioneta color azul el martes por la noche.
Ayer, el Padrino no inicio como de costumbre, pues su cuerpo era entregado a familiares quienes lo trasladarían hasta los velatorios del cementerio conocido como Recinto Memorial, la sala número Uno, sería el último lugar donde se reuniría con sus seres queridos.
Con sólo algunos de sus amigos cercanos escoltándolo, el féretro de Alejandro Zenón llegó en punto de las 10:15 horas a la sala correspondiente, ahí su madre y hermanos lo esperaban consternados por la irreparable pérdida, mientras los empleados de los velatorios colocaban el ataúd sobre la capilla.
En el mismo lugar y en preámbulos de la ceremonia, resentida con los medios de comunicación tras ser exhibida públicamente por su accidente de tránsito, Paloma Rives se enfrentaba a algunos reporteros para negarles el acceso a los obituarios, mientras que allegados del ahora extinto se limitaban a observar la insistente agresividad de la funcionaria hacía los fotógrafos.
Sin embargo, el dolor de la perdida de un hijo fue mayor ante el protagonismo de la funcionaria, hermanos y amigos se abrazaban mutuamente en la sala del velatorio, a la vez que decenas de arreglos florales llegaban en memoria del ahora acaecido para adornar su último recinto.
El padrino, dejó de complacer a su público por intentar alzar la voz para tener un Estado mejor, le costó la vida, censurando de esta manera la libertad de expresión como en años pasados se había iniciado, con la desaparición del compañero Rodolfo Rincón Taracena; dos comunicadores víctima de la delincuencia y la ineptitud de las autoridades.
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