Jovenes depositan flores en las tumbas de las víctimas. A la derecha el asesino.
MIÉRCOLES 11/MARZO/2009
STUTTGART, ALEMANIA
AGENCIAS
Balancan.com
El joven de 17 años que mató a 15 personas en un ataque indiscriminado en una escuela alemana no fue abatido a tiros por la policía, sino que se suicidó, confirmaron las autoridades alemanas.
Según informaciones a las que accedió dpa, en el tiroteo, un policía hirió al adolescente, tras lo cual el joven se disparó en la cabeza.
Anteriormente, portavoces policiales habían indicado que el joven había sido abatido por la policía en el tiroteo mantenido en un aparcamiento frente a un centro comercial de la localidad de Waiblingen, a unos 40 kilómetros de Winennden, donde se encuentra la escuela en la que comenzó la masacre, una de las peores de los últimos años en Alemania.
Vestido con traje de combate negro y armado con una pistola automática, el homicida entró a las 09.30 hora local en la escuela de enseñanza media Albertville de Winnenden, cerca de Stuttgart, en el estado federado de Baden-Wurttemberg, y comenzó a disparar indiscriminadamente y sin mediar palabra, informaron fuentes policiales locales.
El menor, que era ex alumno de ese centro educativo, acabó con la vida de nueve estudiantes de 14 y 15 años y tres profesores, precisaron portavoces policiales en la localidad de Waiblingen, cerca de Winennden. Además, el tiroteo dejó numerosos heridos, agregaron el primer ministro del estado federado de Waden-Wurttemberg, Gunther H. Oettinger, y su ministro del Interior, Heribert Rech, en una rueda de prensa.
Tras ello, logró escapar a pie, pero en su huida, cerca de la escuela, lanzó un disparo mortal a un viandante que se encontraba junto a una clínica psiquiátrica de la ciudad. Después, para burlar más rápidamente la persecución policial, secuestró un coche y liberó poco después a su propietario para continuar solo.
La policía lo halló en Wendlingen, a 40 kilómetros de Winnenden, y lo acorraló en un estacionamiento. Fue entonces cuando tuvo lugar el tiroteo en el que el atacante se suicidó, otras dos personas murieron por los disparos y dos policías resultaron heridos.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó lo sucedido de "crimen horroroso", transmitió su pésame a los familiares y decretó el día de duelo nacional. "Es inconcebible que en cuestión de segundos hayan muerto alumnos y profesores mediante un horroroso crimen", dijo en un comunicado enviado esta tarde en Berlín. "Es un día de luto para toda Alemania. Nuestros pensamientos están con los familiares y amigos, pensamos en ellos y rezamos por ellos", añadió.
Cerca de 1.000 agentes, apoyados por perros y helicópteros, participaron en la persecución, controlaron las entradas y salidas de esa tranquila localidad alemana de 27.000 habitantes y se encargaron de poner a salvo a su población.
Nada más producirse la masacre en la escuela, varios vehículos de los bomberos, ambulancias y policías procedieron a evacuar el edificio y numerosos psicólogos comenzaron su trabajo con alumnos y profesores del centro, al que asisten casi 600 estudiantes.
Una colección de armas en casa
Según medios alemanes, se ha registrado ya la vivienda de la adinerada familia del homicida, donde al parecer el padre tenía guardada una colección de armas legales. Concretamente, tenía 18 armas - de manera legal-, al parecer, ninguna de las pistolas estaba guardada bajo llave, informa Efe.
El ataque recordó al vivido el 26 de abril de 2002, cuando un estudiante del instituto Gutenberg de la ciudad germano-oriental de Erfurt mató a 16 personas en tan sólo unos minutos y después se suicidó.
Pero Alemania no sólo tiene ése, sino numerosos antecedentes. El último de ellos fue el 20 de noviembre de 2006, cuando un joven de 18 años armado con fusiles, trampas explosivas y bombas de humo atacó su antigua escuela en Emsdetten, en Renania del Norte-Westfalia, hiriendo a 37 personas, para luego suicidarse.
El tiroteo de Alemania coincide con otro sufrido en dos localidades del estado norteamericano de Alabama, donde un hombre mató a 11 personas.