Un joven detenido asegura que Sergio Ricárdez murió por un error, al dispararse accidentalmente una escopeta.
MIÉRCOLES 29/JULIO/2009
COMALCALCO, TABASCO, MEXICO
ANDRÉS GRACÍA RAMOS
TABASCO HOY/Corresponsal
Balancan.com
El cuerpo sin vida de Sergio Ricárdez Olivé, de 28 años, fue encontrado enterrado en las cercanías de la laguna Tilapa, en Paraíso, donde amigos de juerga lo enterraron después de quitarle la vida por un presunto accidente el pasado viernes, después de salir de su domicilio en la ranchería occidente de este municipio.
Tras la desaparición del joven a quien apodaban “La Yeya”, la investigación se centró en la búsqueda de las personas con quienes había asistido a una fiesta el viernes pasado en la ranchería Nicolás Bravo del municipio vecino de Paraíso, donde se le avistó con vida por última vez.
De acuerdo a las autoridades, tras varios interrogatorios, uno de los jóvenes de nombre Jorge Arturo Castillo Sanchez de 20 años de edad, con quienes se le vio por última vez a Sergio Ricárdez Olivé, confesó que el 24 de julio se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas, pero se les acabó el dinero.
Para continuar la juerga, los jóvenes pidieron prestado al hoy extinto 500 pesos. Ante la negativa de éste, uno de ellos le ofreció empeñarle una escopeta, ya que presuntamente éste es muy aficionado a la caza.
Así, el grupo se dirigió a casa del propietario del arma, pero mientras se la mostraban al cliente, un error accionó el arma, disparando directo contra la cabeza de Ricárdez Olivé, según el testimonio de la persona detenido, cuya identidad aún no sido revelada por las autoridades.
Una vez detenido por los oficiales ministeriales, el aparente asesino imprudencial señaló el sitio donde él y los demás juerguistas enterraron el cuerpo, alrededor de cinco kilómetros potrero adentro de la ranchería Tilapa en el municipio de Paraíso.
Los restos del occiso fueron recuperados hasta las 01:30 horas de la madrugada, en el sitio señalado, mientras que el vehículo que este conducía se recuperó en la ciudad de Villahermosa, donde lo habían dejado estacionado los implicados.
MIÉRCOLES 29/JULIO/2009
COMALCALCO, TABASCO, MEXICO
ANDRÉS GRACÍA RAMOS
TABASCO HOY/Corresponsal
Balancan.com
El cuerpo sin vida de Sergio Ricárdez Olivé, de 28 años, fue encontrado enterrado en las cercanías de la laguna Tilapa, en Paraíso, donde amigos de juerga lo enterraron después de quitarle la vida por un presunto accidente el pasado viernes, después de salir de su domicilio en la ranchería occidente de este municipio.
Tras la desaparición del joven a quien apodaban “La Yeya”, la investigación se centró en la búsqueda de las personas con quienes había asistido a una fiesta el viernes pasado en la ranchería Nicolás Bravo del municipio vecino de Paraíso, donde se le avistó con vida por última vez.
De acuerdo a las autoridades, tras varios interrogatorios, uno de los jóvenes de nombre Jorge Arturo Castillo Sanchez de 20 años de edad, con quienes se le vio por última vez a Sergio Ricárdez Olivé, confesó que el 24 de julio se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas, pero se les acabó el dinero.
Para continuar la juerga, los jóvenes pidieron prestado al hoy extinto 500 pesos. Ante la negativa de éste, uno de ellos le ofreció empeñarle una escopeta, ya que presuntamente éste es muy aficionado a la caza.Así, el grupo se dirigió a casa del propietario del arma, pero mientras se la mostraban al cliente, un error accionó el arma, disparando directo contra la cabeza de Ricárdez Olivé, según el testimonio de la persona detenido, cuya identidad aún no sido revelada por las autoridades.
Una vez detenido por los oficiales ministeriales, el aparente asesino imprudencial señaló el sitio donde él y los demás juerguistas enterraron el cuerpo, alrededor de cinco kilómetros potrero adentro de la ranchería Tilapa en el municipio de Paraíso.
Los restos del occiso fueron recuperados hasta las 01:30 horas de la madrugada, en el sitio señalado, mientras que el vehículo que este conducía se recuperó en la ciudad de Villahermosa, donde lo habían dejado estacionado los implicados.
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