Aumentan enfermedades respiratorias en Tenosique.

Se presentan con mayor frecuencia y gravedad en niños menores de 5 años y en adultos mayores.

MARTES 03/AGOSTO/2010
EMILIANO ZAPATA, TABASCO, MÉXICO
ROBERT RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ
NOVEDADES DE TABASCO/Corresponsal
Balancan.com

Los cambios bruscos de temperatura ponen de moda diversos padecimientos respiratorios siendo los más comunes la gripe o influenza, amigdalitis, bronquitis y neumonía, entre otros, que aumentan su incidencia por las lluvias, a la que se suma la contaminación ambiental y algunos hábitos y conductas asociadas a los cambios de clima, revelan doctores que laboran en el Hospital Comunitario esta municipalidad.

En ese sentido, por su parte la jurisdicción sanitaria a cargo de Naim Hazouri Zurita mencionaron que las enfermedades respiratorias que afectan a la población en la actualidad, se presentan con mayor frecuencia y gravedad en niños menores de 5 años y en adultos mayores.

Estas enfermedades aumentan en los meses más lluviosos o cuando los pequeños y ancianos son expuestos a cambios bruscos de temperatura, las infecciones respiratorias son causadas principalmente por microbios que se encuentran en el medio ambiente y se alojan en la nariz, garganta, laringe, tráquea, bronquios o pulmones.

Es precisamente el descenso de las temperaturas favorable para la proliferación de males de tipo respiratorio, y cuando son excesivas, como en el periodo de noviembre a febrero, representan una bomba de tiempo para la salud.

Las lluvias incrementan las posibilidades de contraer enfermedades virales y diarreicas, y el descenso de las temperaturas aumentan los casos de infecciones respiratorias agudas, como gripa o influenza, catarro, amigdalitis, bronquitis, sinusitis, neumonía, laringitis, ataques de asma, sabañón o manchas rojas en la piel; cólera, hepatitis A, fiebre, tifoidea, entre otras.

Por lo que los especialistas indican que los padres de familia presten la debida atención en su prevención, y tomen en cuenta ciertas recomendaciones como: Mantener a los menores abrigados sin que sientan demasiado calor, con ropas cómodas y no apretadas; protegerlos de las corrientes de aire y no llevarlos a lugares demasiados concurridos donde fácilmente pueden contagiarse.