Lo estrecho en que se construye el muro de contención y el antiguo barandal del malecón de esas caudalosas aguas hace difícil el traslado de los ataúdes.
MIÉRCOLES 29/SEPTIEMBRE/2010
EMILIANO ZAPATA, TABASCO, MÉXICO
ROBERT RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ
NOVEDADES DE TABASCO/Corresponsal
Balancannoticias.blogspot.com
Todo un calvario pasa la gente de las comunidades de la ribera del río Usumacinta hasta para pasar a sepultar a sus muertos al panteón de esta cabecera municipal por lo estrecho en que se construye el muro de contención y el antiguo barandal del malecón de esas caudalosas aguas.
Estas agravan las penas y sufrimiento que vivió la familia Torres Alonso del ejido El Recreo, perteneciente a este municipio este día al cruzar en sus cayucos de aquel lado del río a esta ciudad para traer el ataúd con el cuerpo de su difunta familiar de nombre Laura Deysi, de 28 años, y quien dejó en la orfandad a una bebé de dos meses de nacida.
La joven madre falleció después de haber estado internada en un hospital de la capital tabasqueña debido a un derrame cerebral, esto debido a tanta preocupación por la que estaba cruzando su familia en este municipio debido a la creciente del Usumacinta y los problemas económicos.
Después de velar a la hoy occisa, sus familiares decidieron darle sepultura en el cementerio de esta cabecera municipal, pero al llegar a este lado y después de cruzar el río Usumacinta inició su sufrimiento para ellos, por la incomodidad de atravesar el angosto pasillo que están dejando los responsables de la construcción del muro de contención llamado “el muro de la vergüenza”, entre esta gran “obra” y el antiguo barandal de ese malecón.
El calvario no terminó ahí, ya que al llegar al panteón nuevo, ubicado en la ampliación de la colonia Cocoyol tuvieron que caminar entre la espesa maleza que cubre ese cementerio que se encuentra totalmente abandonado.
MIÉRCOLES 29/SEPTIEMBRE/2010
EMILIANO ZAPATA, TABASCO, MÉXICO
ROBERT RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ
NOVEDADES DE TABASCO/Corresponsal
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Todo un calvario pasa la gente de las comunidades de la ribera del río Usumacinta hasta para pasar a sepultar a sus muertos al panteón de esta cabecera municipal por lo estrecho en que se construye el muro de contención y el antiguo barandal del malecón de esas caudalosas aguas.
Estas agravan las penas y sufrimiento que vivió la familia Torres Alonso del ejido El Recreo, perteneciente a este municipio este día al cruzar en sus cayucos de aquel lado del río a esta ciudad para traer el ataúd con el cuerpo de su difunta familiar de nombre Laura Deysi, de 28 años, y quien dejó en la orfandad a una bebé de dos meses de nacida.
La joven madre falleció después de haber estado internada en un hospital de la capital tabasqueña debido a un derrame cerebral, esto debido a tanta preocupación por la que estaba cruzando su familia en este municipio debido a la creciente del Usumacinta y los problemas económicos.
Después de velar a la hoy occisa, sus familiares decidieron darle sepultura en el cementerio de esta cabecera municipal, pero al llegar a este lado y después de cruzar el río Usumacinta inició su sufrimiento para ellos, por la incomodidad de atravesar el angosto pasillo que están dejando los responsables de la construcción del muro de contención llamado “el muro de la vergüenza”, entre esta gran “obra” y el antiguo barandal de ese malecón.
El calvario no terminó ahí, ya que al llegar al panteón nuevo, ubicado en la ampliación de la colonia Cocoyol tuvieron que caminar entre la espesa maleza que cubre ese cementerio que se encuentra totalmente abandonado.