Ricardo Hernández Rodríguez, uno de los 4 asesinos, relató la forma en que realizaron el crimen.Audio de su declaración: http://www.tabascohoy.com.mx/audio_pri_a.php
LUNES 07/SEPTIEMBRE/2009
VILLAHERMOSA
AGENCIAS
Balancan.com
Este domingo fue presentado a los medios de comunicación uno de los homicidas confesos de la Familia Fuentes Argüelles, Ricardo Hernández Rodríguez, de 18 años de edad, originario de la colonia Gaviotas Sur, Sector Monal.
En relación a los hechos sangrientos del pasado sábado, donde perdieran la vida el candidato del PRI a la diputación local por el IV distrito, José Francisco Fuentes Esperón, su esposa Lilian Argüelles Beltrán y sus dos menores hijos José Francisco y Fernando, de apellidos Fuentes Argüelles, Ricardo Hernández Rodríguez aceptó su participación en el multi homicidio.
El homicida confeso señala con detalles como en compañía de tres personas más, entre ellos un menor de edad, quien fue el que ideó todo, perpetraron el ilícito que tiene consternada a la ciudadanía en general.
En su declaración Ricardo Hernández Rodríguez manifiesta que el móvil de las acciones fue el robo de una camioneta Hummer y las propiedades de valor que había en la casa.
Hernández Rodríguez y el menor Marco 'N', invitaron a dos amigos comunes, Ricardo Hernández Rodríguez y el menor, quienes el día cuatro de septiembre, a las 22:30 horas, se dirigieron al centro comercial Wal-Mart, cercano al lugar de los hechos, a comprar diversos objetos, entre los que se encontraban pasamontañas, pants, camisetas, cinta adhesiva tipo industrial color gris, y una caja de condones.
Posteriormente se introdujeron a la casa a través de la puerta trasera, ya que ellos tenían la información de que esta puerta se encontraba abierta, incluso en ocasiones anteriores ya habían ingresado a ese domicilio a robar alhajas y teléfonos celulares.
En el interior de la casa, los cuatro llegaron a la recámara de los niños, encontrando únicamente a uno de ellos, al que amarraron de pies y manos con la cinta adhesiva industrial color gris, y que utilizaron también para cubrirle los ojos, la boca y la nariz. Posteriormente, se dirigieron a la recámara principal, en ese momento Ricardo Hernández Rodríguez, realiza un disparo con una pistola calibre 38 especial, hiriendo a José Francisco Fuentes Esperón y a su su esposa, quienes se encontraban durmiendo junto a su hijo menor Fernando.
Seguidamente, someten a la señora Lilian Argûelles y al hijo menor Fernando se lo llevan a la otra recamara, donde estaba su hermano José Francisco, amarrándolos a los dos, de pies y manos y encintándoles los ojos, la boca y la nariz para que no hicieran ningún movimiento y finalmente les pusieron unas almohadas, muriendo ambos por asfixia.
Acto seguido, “Pepe” Fuentes a como pudo se levantó y los asesinos no tuvieron más remedio que dispararle en repetidas ocasiones.
Refiere Ricardo Hernández Rodríguez, que sus “intenciones no era matarlos, solo robarles la camioneta Hummer, dinero, joyas y celulares, pero todo se salió de control”, luego de que la señora Lilian Argüelles logró reconocerlo y le gritó “Ricardo, tú no eres malo, no tienes que hacerlo”, sin embargo, Hernández Rodríguez, sin piedad, disparó contra la humanidad de Lilian hiriéndola de muerte, “pero antes el joven Marco la violó, pues desde hacía tiempo había comentado que tenía ganas de tener relaciones sexuales con la señora Lilian”, confesó Hernández Rodríguez, quien también ultrajó a la señora Lilian Argüelles, pero solo en dos ocasiones pudo penetrarla, ya que no tuvo la erección suficiente y el asco que le provocó al ver a la víctima llena de sangre no pudo terminar con el incalificable acto.
Posteriormente recolectaron diversos objetos, propiedad de las víctimas, entre los que se encontraban una computadora, teléfonos celulares, joyas, dinero en efectivo, video juegos, entre otros objetos y estos los subieron a la Hummer blanca, la cual utilizaron para dirigirse y llegar hasta las Gaviotas conduciendo dicho vehículo el menor Marco, fungiendo como copiloto Ricardo Hernández Rodríguez y en la parte trasera los otros dos cómplices.
"Cambiaron de opinión y posteriormente optaron por llevar y estacionar la camioneta en la parte trasera del parque la Pólvora, a la altura del CICOM. Se bajaron de la camioneta, tomaron un taxi, y regresaron nuevamente a la privada de Los Tucanes”.
VILLAHERMOSA
AGENCIAS
Balancan.com
Este domingo fue presentado a los medios de comunicación uno de los homicidas confesos de la Familia Fuentes Argüelles, Ricardo Hernández Rodríguez, de 18 años de edad, originario de la colonia Gaviotas Sur, Sector Monal.
En relación a los hechos sangrientos del pasado sábado, donde perdieran la vida el candidato del PRI a la diputación local por el IV distrito, José Francisco Fuentes Esperón, su esposa Lilian Argüelles Beltrán y sus dos menores hijos José Francisco y Fernando, de apellidos Fuentes Argüelles, Ricardo Hernández Rodríguez aceptó su participación en el multi homicidio.
El homicida confeso señala con detalles como en compañía de tres personas más, entre ellos un menor de edad, quien fue el que ideó todo, perpetraron el ilícito que tiene consternada a la ciudadanía en general.
En su declaración Ricardo Hernández Rodríguez manifiesta que el móvil de las acciones fue el robo de una camioneta Hummer y las propiedades de valor que había en la casa.
Hernández Rodríguez y el menor Marco 'N', invitaron a dos amigos comunes, Ricardo Hernández Rodríguez y el menor, quienes el día cuatro de septiembre, a las 22:30 horas, se dirigieron al centro comercial Wal-Mart, cercano al lugar de los hechos, a comprar diversos objetos, entre los que se encontraban pasamontañas, pants, camisetas, cinta adhesiva tipo industrial color gris, y una caja de condones.
Posteriormente se introdujeron a la casa a través de la puerta trasera, ya que ellos tenían la información de que esta puerta se encontraba abierta, incluso en ocasiones anteriores ya habían ingresado a ese domicilio a robar alhajas y teléfonos celulares.
En el interior de la casa, los cuatro llegaron a la recámara de los niños, encontrando únicamente a uno de ellos, al que amarraron de pies y manos con la cinta adhesiva industrial color gris, y que utilizaron también para cubrirle los ojos, la boca y la nariz. Posteriormente, se dirigieron a la recámara principal, en ese momento Ricardo Hernández Rodríguez, realiza un disparo con una pistola calibre 38 especial, hiriendo a José Francisco Fuentes Esperón y a su su esposa, quienes se encontraban durmiendo junto a su hijo menor Fernando.
Seguidamente, someten a la señora Lilian Argûelles y al hijo menor Fernando se lo llevan a la otra recamara, donde estaba su hermano José Francisco, amarrándolos a los dos, de pies y manos y encintándoles los ojos, la boca y la nariz para que no hicieran ningún movimiento y finalmente les pusieron unas almohadas, muriendo ambos por asfixia.
Acto seguido, “Pepe” Fuentes a como pudo se levantó y los asesinos no tuvieron más remedio que dispararle en repetidas ocasiones.
Refiere Ricardo Hernández Rodríguez, que sus “intenciones no era matarlos, solo robarles la camioneta Hummer, dinero, joyas y celulares, pero todo se salió de control”, luego de que la señora Lilian Argüelles logró reconocerlo y le gritó “Ricardo, tú no eres malo, no tienes que hacerlo”, sin embargo, Hernández Rodríguez, sin piedad, disparó contra la humanidad de Lilian hiriéndola de muerte, “pero antes el joven Marco la violó, pues desde hacía tiempo había comentado que tenía ganas de tener relaciones sexuales con la señora Lilian”, confesó Hernández Rodríguez, quien también ultrajó a la señora Lilian Argüelles, pero solo en dos ocasiones pudo penetrarla, ya que no tuvo la erección suficiente y el asco que le provocó al ver a la víctima llena de sangre no pudo terminar con el incalificable acto.
Posteriormente recolectaron diversos objetos, propiedad de las víctimas, entre los que se encontraban una computadora, teléfonos celulares, joyas, dinero en efectivo, video juegos, entre otros objetos y estos los subieron a la Hummer blanca, la cual utilizaron para dirigirse y llegar hasta las Gaviotas conduciendo dicho vehículo el menor Marco, fungiendo como copiloto Ricardo Hernández Rodríguez y en la parte trasera los otros dos cómplices.
"Cambiaron de opinión y posteriormente optaron por llevar y estacionar la camioneta en la parte trasera del parque la Pólvora, a la altura del CICOM. Se bajaron de la camioneta, tomaron un taxi, y regresaron nuevamente a la privada de Los Tucanes”.
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