Los inmigrantes enfrentan peligros como asesinatos, asaltos, secuestros y violaciones a mujeres al tratar de llegar a la frontera norte para cruzar a Estados Unidos.
JUEVES 26/MAYO/2011
TENOSIQUE, TABASCO, MÉXICO
JORGE RIVERO
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancannoticias.blogspot.com
Centroamericanos enfrentan al cruzar la frontera de Guatemala hacia el Sur de México por esta zona fronteriza conocida como “Puerto fronterizo el Ceibo”, el riesgo de ser asesinados, asaltados, secuestros y violaciones a mujeres que se arriesgan para llegar a la otra frontera Norte para tratar de cruzar a los Estados Unidos.
El sueño americano de cada uno de los migrantes en ocasiones se convierte en persecuciones por parte de las bandas delictivas y de los “polleros” que están al acecho, en espera del cruce de los ilegales para extorsionarlos u ofrecerles cruzarlos a los Estados Unidos, por lo que urge que las autoridades federales “miren” hacia este rincón tabasqueño hoy convertido en una “boca de lobo”.
Muchos de esos centroamericano son padres de familias, jóvenes mujeres e infantes que en ocasiones vienen entre los grupos de inmigrantes dejan todo en Guatemala, El Salvador, Honduras y demás países, para buscar una nueva vida en los Estados Unidos, ante la falta de empleos, en sus países donde apenas algunos se quedan, a sabiendas que en el paso por este territorio mexicano, por esta nueva Frontera Sur, pueden ser asaltados, violados y sufrir innumerables vejaciones; lo que se conocía ocurrían estos casos nada más en la Frontera Norte, hoy en la actualidad entre los límites de México y Guatemala son asechados por delincuentes que además de violar a las mujeres en ocasiones son torturados con tal de lograr extorsionarlos.
Aun cuando sólo en otros estados del norte de la República se habla de los secuestros de centroamericanos en grandes grupos, en esta frontera se dan situaciones similares, pues los que van en busca del sueño americano para sentirse apoyados unos con otros forman grupos de hasta 30 personas para enfrentarse a los asaltantes que les quitan hasta la ropa, pero esto facilita a los secuestradores sus fechorías.
Sin embargo esta medida de defensa para los centroamericanos ocasiona que los delincuentes utilicen los machetes y armas de fuego que portan y los asesinan a sangre fría para quitarles el poco dinero que puedan traer dejándolos en muchas ocasiones amarrados y tirados en el suelo con la amenaza de no levantar la cabeza.
Es común que las autoridades mexicanas lleguen a la frontera y comunidades para realizar levantamientos de cadáveres, casos en los cuales muchas veces los finados son asesinados a machetazos frente al grupo tan sólo por que intentan rehusarse a ser despojados de sus pertenencias o defender alguna mujer que es violada por los salvajes sujetos que operan en esta frontera.
Debido a la facilidad que hay en esta frontera para adquirir cualquier tipo de armas, una vez que cae la noche los dedicados a cometer este tipo de delitos portan sus pistolas en el cinto, algunos para defenderse, pero la mayoría es para atracar a los que van en busca de una vida mejor.
Los indocumentados duermen a orillas de las vías del tren o entre la maleza a fin de evitar ser detenidos por las autoridades que realizan sus rondines, por lo que los delincuentes aprovechan para secuestrar a los ilegales que en ocasiones los llevan de los “echaderos” amparados por la oscuridad de la noche y los pasamontañas con las que cubren sus rostros para engañarlos con que los ayudarán, pero en realidad son casas de seguridad, donde los obligan a realizar llamadas telefónicas para exigir su rescate.
En esta tierra sureña nada es diferente, pues se dice que todo es igual a otros estados del norte de la República en donde centroamericanos son secuestrados, asaltados, asesinados y las mujeres violadas por los que han hecho de esta zona fronteriza “El Ceibo” su centro de operaciones para el tráfico de ilegales, de drogas, de armas, y todo tipo de contrabando.
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