El primer balance de las autoridades de la isla estima en unos 100 mil muertos el resultado de la catástrofe.
JUEVES 14/ENERO/2010
PUERTO PRINCIPE, HAITI
AGENCIAS
Balancan.com
La ONU ha realizado un primer balance de las bajas sufridas en Haití cuando se cumplen las primeras 24 horas del potente terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter, que dejó reducido a escombros Puerto Príncipe, la capital del país caribeño. Se siguen buscando supervivientes entre las ruinas y los muertos superan ya los 100 mil, según los cálculos preliminares de la ONU y el gobierno haitiano.
Ayer, miles de personas amanecieron en las calles de Puerto Príncipe, donde pasaron la noche tras el fenómeno que sembró Haití de destrucción y muerte.
La tragedia empieza a ser calificada como la mayor catástrofe del país en décadas. El terremoto no sólo ha dejado centenares de cadáveres apilados en calles y carreteras, sino que también ha derrumbado decenas de edificios, entre ellos el palacio presidencial y viviendas humildes, con una empobrecida nación caribeña que pide ayuda urgente a la comunidad internacional.
De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo es el peor que ha sufrido la nación caribeña en 200 años. Lo peor ocurrió en la capital, Puerto Príncipe, epicentro del terremoto, y en donde las escenas del caos en sus calles se mezclaban con personas que deambulaban gritando y llorando entre pilas de escombros.
"La noche del 12 al 13 de enero fue, sin duda, la noche más larga para los haitianos golpeados por un terrible terremoto que ha dejado enormes cantidades de víctimas e importantes daños", señala el portal Haiti Press Network.
Tanto Haiti Press Network como la página digital de Radio Metropole describen el panorama en Puerto Príncipe como desolador o dantesco, con "cadáveres abandonados sobre el pavimento" y "destrucciones enormes e indescriptibles" en las edificaciones. "La ciudad es muerte. Una parte de Haití se ha destruido", subraya Haiti Press Network.
El epicentro del seísmo se localizó apenas a 16 kilómetros de Puerto Príncipe, que tiene una población de alrededor de cerca de dos millones de personas. Al fenómeno siguieron réplicas de hasta 5.9 grados de magnitud que sacudieron la ciudad durante varias horas.
Rescate... y abusos
Los equipos de rescate locales ayudados por pobladores trabajan desde la madrugada de ayer a contrarreloj para sacar de entre los escombros a supervivientes. Imágenes difundidas por canales locales muestran a muchos pobladores removiendo piedras, y clamando por ayuda.
Mientras la ayuda internacional empieza a llegar a cuentagotas, los residentes de Puerto Príncipe tienen que sufrir los abusos de los comerciantes. Escasea el agua potable y la electricidad, por lo que se han empezado a vender productos como agua y gasolina en el mercado negro.
El precio de una botella de agua, que antes era de un gourde (moneda haitiana, equivalente a dos centavos de dólar) ahora cuesta tres, informó Radio Metropole en su página electrónica. Varias rutas de transporte han quedado cortadas por grietas en la superficie del suelo, rocas y piedras, árboles caídos y automóviles aplastados.
Varios edificios se han derrumbado por completo, entre ellos un hospital y una escuela. Los muros de una cárcel de Puerto Príncipe también se han desplomado, provocando la fuga masiva de presos, informan las autoridades.
También ha sufrido daños considerables el edificio de cinco pisos que alberga la misión de Naciones Unidas (ONU) y el palacio presidencial. La ONU ha cifrado "entre 50 y 100" sus empleados desaparecidos en su sede en Puerto Príncipe, en donde también han resultado dañadas las instalaciones de diversas agencias humanitarias del sistema de Naciones Unidas. El arzobispo de Puerto Príncipe, Monseñor Serge Miot, se encuentra entre las víctimas mortales.
El presidente Barack Obama ha anunciado que enviará un gran contingente militar, incluido un portaaviones, para socorrer a los haitianos
JUEVES 14/ENERO/2010
PUERTO PRINCIPE, HAITI
AGENCIAS
Balancan.com
La ONU ha realizado un primer balance de las bajas sufridas en Haití cuando se cumplen las primeras 24 horas del potente terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter, que dejó reducido a escombros Puerto Príncipe, la capital del país caribeño. Se siguen buscando supervivientes entre las ruinas y los muertos superan ya los 100 mil, según los cálculos preliminares de la ONU y el gobierno haitiano.
Ayer, miles de personas amanecieron en las calles de Puerto Príncipe, donde pasaron la noche tras el fenómeno que sembró Haití de destrucción y muerte.
La tragedia empieza a ser calificada como la mayor catástrofe del país en décadas. El terremoto no sólo ha dejado centenares de cadáveres apilados en calles y carreteras, sino que también ha derrumbado decenas de edificios, entre ellos el palacio presidencial y viviendas humildes, con una empobrecida nación caribeña que pide ayuda urgente a la comunidad internacional.
De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo es el peor que ha sufrido la nación caribeña en 200 años. Lo peor ocurrió en la capital, Puerto Príncipe, epicentro del terremoto, y en donde las escenas del caos en sus calles se mezclaban con personas que deambulaban gritando y llorando entre pilas de escombros.
"La noche del 12 al 13 de enero fue, sin duda, la noche más larga para los haitianos golpeados por un terrible terremoto que ha dejado enormes cantidades de víctimas e importantes daños", señala el portal Haiti Press Network.
Tanto Haiti Press Network como la página digital de Radio Metropole describen el panorama en Puerto Príncipe como desolador o dantesco, con "cadáveres abandonados sobre el pavimento" y "destrucciones enormes e indescriptibles" en las edificaciones. "La ciudad es muerte. Una parte de Haití se ha destruido", subraya Haiti Press Network.
El epicentro del seísmo se localizó apenas a 16 kilómetros de Puerto Príncipe, que tiene una población de alrededor de cerca de dos millones de personas. Al fenómeno siguieron réplicas de hasta 5.9 grados de magnitud que sacudieron la ciudad durante varias horas.
Rescate... y abusos
Los equipos de rescate locales ayudados por pobladores trabajan desde la madrugada de ayer a contrarreloj para sacar de entre los escombros a supervivientes. Imágenes difundidas por canales locales muestran a muchos pobladores removiendo piedras, y clamando por ayuda.
Mientras la ayuda internacional empieza a llegar a cuentagotas, los residentes de Puerto Príncipe tienen que sufrir los abusos de los comerciantes. Escasea el agua potable y la electricidad, por lo que se han empezado a vender productos como agua y gasolina en el mercado negro.
El precio de una botella de agua, que antes era de un gourde (moneda haitiana, equivalente a dos centavos de dólar) ahora cuesta tres, informó Radio Metropole en su página electrónica. Varias rutas de transporte han quedado cortadas por grietas en la superficie del suelo, rocas y piedras, árboles caídos y automóviles aplastados.
Varios edificios se han derrumbado por completo, entre ellos un hospital y una escuela. Los muros de una cárcel de Puerto Príncipe también se han desplomado, provocando la fuga masiva de presos, informan las autoridades.
También ha sufrido daños considerables el edificio de cinco pisos que alberga la misión de Naciones Unidas (ONU) y el palacio presidencial. La ONU ha cifrado "entre 50 y 100" sus empleados desaparecidos en su sede en Puerto Príncipe, en donde también han resultado dañadas las instalaciones de diversas agencias humanitarias del sistema de Naciones Unidas. El arzobispo de Puerto Príncipe, Monseñor Serge Miot, se encuentra entre las víctimas mortales.
El presidente Barack Obama ha anunciado que enviará un gran contingente militar, incluido un portaaviones, para socorrer a los haitianos
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