Los barrenderos de Balancán sufren con las bajas temperaturas, no tienen ropa adecuada para protegerse del frío.
VIERNES 15/ENERO/2010
BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancan.Com
Crónica.
Los arboles entre la neblina y los faroles encendidos dan un toque fantasmal al Parque Central de Balancán, el gran reloj en lo alto del edificio del Ayuntamiento completa los sonidos del ambiente, con sus campanadas alerta a los todavía dormidos habitantes de la colonia Centro que son las seis de la mañana, mientras de un costado de la plaza una figura humana va emergiendo, lenta pero con paso firme bajo el claroscuro del amanecer.
Se trata de Sebastián Pérez Jiménez, empleado de limpia del gobierno municipal, quien con su vetusta escoba en la mano, pacientemente va limpiando, recogiendo y embolsando la basura del parque.
Fuerte físicamente aun a sus 74 años, enfundado en una vestimenta sencilla que consta de botas, pantalón gris, suéter con cuello de tortuga y un sombrero, desempeña el noble oficio de barrendero, sin embargo en los últimos días ha tenido que empezar sus labores más tarde de lo acostumbrado, ya que por las bajas temperaturas no quieren correr riesgos, tanto él como otros compañeros que son de la tercera edad.
“Ay Joven—dice con gesto cansado pero sonriente-- antes empezábamos a barrer a las tres de la mañana, y terminábamos a las siete, pero ahora con este frío que cala muy fuerte, tenemos que empezar a las 6 y concluimos casi a las 10 en la zona que nos toca”, nos dice, mientras a unos cuantos metros Eladio Moreno empujando una carretilla con bolsas de desechos, asiente con la cabeza lo afirmado por su compañero de trabajo.
Los trabajadores de limpia coincidieron en señalar que se protegen con lo que pueden del ambiente gélido que se siente por la madrugada, ya que no cuentan con trajes especiales ni abrigos, solo sudaderas o camisas de tela gruesa para poder desempeñar sus labores sin sentir mucho frío, “con lo poco que ganamos no nos da para comprar una buena chamarra”, reconocen.
VIERNES 15/ENERO/2010
BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancan.Com
Crónica.
Los arboles entre la neblina y los faroles encendidos dan un toque fantasmal al Parque Central de Balancán, el gran reloj en lo alto del edificio del Ayuntamiento completa los sonidos del ambiente, con sus campanadas alerta a los todavía dormidos habitantes de la colonia Centro que son las seis de la mañana, mientras de un costado de la plaza una figura humana va emergiendo, lenta pero con paso firme bajo el claroscuro del amanecer.
Se trata de Sebastián Pérez Jiménez, empleado de limpia del gobierno municipal, quien con su vetusta escoba en la mano, pacientemente va limpiando, recogiendo y embolsando la basura del parque.
Fuerte físicamente aun a sus 74 años, enfundado en una vestimenta sencilla que consta de botas, pantalón gris, suéter con cuello de tortuga y un sombrero, desempeña el noble oficio de barrendero, sin embargo en los últimos días ha tenido que empezar sus labores más tarde de lo acostumbrado, ya que por las bajas temperaturas no quieren correr riesgos, tanto él como otros compañeros que son de la tercera edad.
“Ay Joven—dice con gesto cansado pero sonriente-- antes empezábamos a barrer a las tres de la mañana, y terminábamos a las siete, pero ahora con este frío que cala muy fuerte, tenemos que empezar a las 6 y concluimos casi a las 10 en la zona que nos toca”, nos dice, mientras a unos cuantos metros Eladio Moreno empujando una carretilla con bolsas de desechos, asiente con la cabeza lo afirmado por su compañero de trabajo.
Los trabajadores de limpia coincidieron en señalar que se protegen con lo que pueden del ambiente gélido que se siente por la madrugada, ya que no cuentan con trajes especiales ni abrigos, solo sudaderas o camisas de tela gruesa para poder desempeñar sus labores sin sentir mucho frío, “con lo poco que ganamos no nos da para comprar una buena chamarra”, reconocen.
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