También las zonas arqueológicas San Claudio, Santa Elena y Panjalé han sido objeto de ladrones de la ancestral cultura, símbolo importante de esta zona de Los Ríos. DOMINGO 24/ENERO/2010
TENOSIQUE, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancan.com
Pomoná es hoy por hoy el sitio arqueológico más importante del municipio de Tenosique, también en este rincón de la región de Los Ríos se localiza la zona arqueológica de San Claudio, Santa Elena y Panjalé, entre otros lugares que han sido objeto, de acuerdo a la versión de los pobladores (que omiten sus nombres por razones obvias), de un impune saqueo de piezas por parte de personas que se dedican a buscar y vender estas joyas arqueológicas en complicidad con los campesinos que habitan cerca de la zona.
Pomoná es un sitio arqueológico de la civilización maya que se localiza en Tenosique y está ubicado a 25 kilómetros al noroeste de la cabecera municipal, entrando por un entronque en la vía federal Tenosique-Emiliano Zapata.
Es la designación moderna del sitio, pues se desconoce el nombre original del asentamiento, este sitio fue descubierto en 1959 por un grupo de campesinos durante una inspección de las tierras para uso agrícola; data del período clásico, alcanzando su máximo esplendor en el clásico tardío, para finalmente decaer en el período posclásico temprano.
TENOSIQUE, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancan.com
Pomoná es hoy por hoy el sitio arqueológico más importante del municipio de Tenosique, también en este rincón de la región de Los Ríos se localiza la zona arqueológica de San Claudio, Santa Elena y Panjalé, entre otros lugares que han sido objeto, de acuerdo a la versión de los pobladores (que omiten sus nombres por razones obvias), de un impune saqueo de piezas por parte de personas que se dedican a buscar y vender estas joyas arqueológicas en complicidad con los campesinos que habitan cerca de la zona.
Pomoná es un sitio arqueológico de la civilización maya que se localiza en Tenosique y está ubicado a 25 kilómetros al noroeste de la cabecera municipal, entrando por un entronque en la vía federal Tenosique-Emiliano Zapata.
Es la designación moderna del sitio, pues se desconoce el nombre original del asentamiento, este sitio fue descubierto en 1959 por un grupo de campesinos durante una inspección de las tierras para uso agrícola; data del período clásico, alcanzando su máximo esplendor en el clásico tardío, para finalmente decaer en el período posclásico temprano.
Es evidente el saqueo de vestigios de los montículos. Posteriormente, la zona arqueológica de Pomoná fue redescubierta por el explorador Roberto García Mool, el 10 de noviembre 1986.
Es una ciudad ceremonial maya asentada en 175 hectáreas, construida sobre colinas en la margen izquierda del Usumacinta y dividida en seis conjuntos arquitectónicos, solamente uno de estos conjuntos esta explorado y está conformado por 14 edificios localizados en tres de los lados de una plaza de planta cuadrangular. La región alcanzó su apogeo en el Clásico Tardío (600 a 900 d. C.).
Los especialistas clasifican a Pomoná dentro de los asentamientos del “tipo disperso”, ya que entre cima y cima de las colinas –donde se sitúan los conjuntos monumentales– media una distancia considerable y existe poca densidad de habitación o de construcciones entre ellos, lo que ha provocado que se dé el saqueo y robo sistemático de figurillas mayas antropomorfas.
Una joya en deterioro
Por otra parte los edificios y las estructuras están construidos con roca caliza, de diferentes calidades y durezas, que fue llevada desde las primeras estribaciones de la serranía al sur del estado; el punto más cercano dista de seis kilómetros. Otro de los materiales de construcción, aunque escaso, es el ladrillo, materiales que actualmente sufren una rápida erosión por las condiciones climáticas de la región así como debido al inexorable paso del tiempo y de la actividad humana, ya que este importante sitio ha sido visitado miles de veces por turistas nacionales, extranjeros y principalmente locales en los últimos años, para celebrar el equinoccio de primavera y para observar la ejecución de danzas ancestrales de la región, contribuyendo con esto al deterioro de la zona con vestigios prehispánicos.
Es una ciudad ceremonial maya asentada en 175 hectáreas, construida sobre colinas en la margen izquierda del Usumacinta y dividida en seis conjuntos arquitectónicos, solamente uno de estos conjuntos esta explorado y está conformado por 14 edificios localizados en tres de los lados de una plaza de planta cuadrangular. La región alcanzó su apogeo en el Clásico Tardío (600 a 900 d. C.).
Los especialistas clasifican a Pomoná dentro de los asentamientos del “tipo disperso”, ya que entre cima y cima de las colinas –donde se sitúan los conjuntos monumentales– media una distancia considerable y existe poca densidad de habitación o de construcciones entre ellos, lo que ha provocado que se dé el saqueo y robo sistemático de figurillas mayas antropomorfas.
Una joya en deterioro
Por otra parte los edificios y las estructuras están construidos con roca caliza, de diferentes calidades y durezas, que fue llevada desde las primeras estribaciones de la serranía al sur del estado; el punto más cercano dista de seis kilómetros. Otro de los materiales de construcción, aunque escaso, es el ladrillo, materiales que actualmente sufren una rápida erosión por las condiciones climáticas de la región así como debido al inexorable paso del tiempo y de la actividad humana, ya que este importante sitio ha sido visitado miles de veces por turistas nacionales, extranjeros y principalmente locales en los últimos años, para celebrar el equinoccio de primavera y para observar la ejecución de danzas ancestrales de la región, contribuyendo con esto al deterioro de la zona con vestigios prehispánicos.
Los primeros trabajos en 1986, aunque todavía quedan muchos montículos por descubrir. En agosto de 1991 fue inaugurado el edificio del Museo de Sitio de Pomoná, el cual es el prototipo de una casa tradicional de rancho en Tabasco. El acervo está integrado por ciento veinte materiales arqueológicos recuperados durante las excavaciones del sitio, entre los que destacan estelas y tableros mayas, así como por donaciones de particulares.
Por último nos indican que en el área de Pomoná existen siete grandes montículos ya localizados pero que hasta el momento no los han destapado ni limpiado, lo que es algo que tienen pendiente las autoridades encargadas del descubrimiento, excavación y conservación de estos importantes vestigios arqueológicos, mientras tanto el hurto de vestigios continua impune.
Hurto impune
• Municipio: Tenosique
• Lugar: Zona Arqueológica de Pomoná
• Ubicación: A 25 kilómetros al noroeste de la cabecera municipal de Tenosique y a 182 kilómetros de Villahermosa
• Problemática: Destrucción y saqueo de vestigios arqueológicos y falta de servicios en la zona arqueológica de Pomoná
• Dependencia responsable: Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) delegación Tabasco.
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