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Don Ambrosio narra las anécdotas que vivió en su juventud como vendedor de quesos.
LUNES 24/MAYO/2010
BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
TABASCO HOY/Corresponsal
Balancan.com
De manera alegre y con los recuerdos agolpándose en su mente, Don Ambrosio González Ramos, nos platica la divertida ahora, pero en su momento difícil anécdota que le toco vivir en la venta de su queso.
“Un día que iba con mi cargamento de varios kilos del producto a entregarlo en el mercado José María Pino Suárez en Villahermosa, me encontré con que al señor tendero que me compraba queso de nombre Alonso, tenía una pila de quesos etiquetados con el mismo nombre del Tigre, y al preguntarle al propietario que si ya le habían traído me contestó un tanto nervioso que sí y que ya no quería más, que con esos les daba para sus clientes, entonces le dije que estaba bien, pero que me pagará los que tenía ahí porque tenían mi etiqueta, eran míos le dije, fue entonces cuando al ver que no tenía que seguir engañándome, me confesó que esos quesos los había traído otra persona de Balancán, quienes nos estaban plagiando hasta las etiquetas”, dice entre risas el ex presidente municipal en el trienio 77-79.
LUNES 24/MAYO/2010
BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
TABASCO HOY/Corresponsal
Balancan.com
De manera alegre y con los recuerdos agolpándose en su mente, Don Ambrosio González Ramos, nos platica la divertida ahora, pero en su momento difícil anécdota que le toco vivir en la venta de su queso.
“Un día que iba con mi cargamento de varios kilos del producto a entregarlo en el mercado José María Pino Suárez en Villahermosa, me encontré con que al señor tendero que me compraba queso de nombre Alonso, tenía una pila de quesos etiquetados con el mismo nombre del Tigre, y al preguntarle al propietario que si ya le habían traído me contestó un tanto nervioso que sí y que ya no quería más, que con esos les daba para sus clientes, entonces le dije que estaba bien, pero que me pagará los que tenía ahí porque tenían mi etiqueta, eran míos le dije, fue entonces cuando al ver que no tenía que seguir engañándome, me confesó que esos quesos los había traído otra persona de Balancán, quienes nos estaban plagiando hasta las etiquetas”, dice entre risas el ex presidente municipal en el trienio 77-79.
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