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Lic. Julián Andrés Maldonado Laines


miércoles, 30 de junio de 2010

Albergados regresan a sus hogares en Villa Quetzalcóatl y Villa El Triunfo.

Los afectados regresaron a sus viviendas, las cuales tuvieron que limpiar para poder volver a habitarlas.

MIÉRCOLES 30/JUNIO/2010
BALANCÁN, TABASCO, MÉXICO
JULIAN MALDONADO LAINES
TABASCO HOY/Corresponsal
Balancan.com

Aunque aún se mantienen en estado de alerta los habitantes de comunidades que resultaron afectadas por las anegaciones a consecuencia de los remanentes de la depresión tropical ‘Alex’, permanecieron con alivio en sus hogares al mejorar las condiciones climáticas y a que el agua que había entrado a sus viviendas había bajado significativamente su nivel.

La inestabilidad atmosférica que desde el domingo por la noche mantenía afectadas por anegaciones 513 viviendas de las colonias El Tigre y Las Flores en La Villa El Triunfo, así como en los ejidos Mical, Cuauhtémoc, Zamora y El Destino en la Villa Quetzalcóatl, dio paso a la calma, ya que este martes hasta sintieron el calorcito de un día soleado.

Al dejar de llover por cerca de 36 horas en esta región, 397 personas de 102 familias que estaban en los albergues de la Escuela Secundaria, Casa Ejidal y Salón de Billar del ejido El Mical; en la Casa Ejidal del ejido Cuauhtémoc; en la Iglesia Católica, Casa Ejidal y mercado público del ejido El Destino; así como en la Casa Ejidal del ejido Emiliano Zapata Zamora, pudieron regresar a su hogares, quedando solo un número de 32 refugiados en algunos, precisaron los encargados de resguardar el municipio ante estas contingencias.

En un recorrido realizado por este corresponsal, se pudo observar que los cuatro edificios habilitados como albergues en la Villa Quetzalcóatl, permanecían vacíos de gente, ya que la mayoría optó por volver a sus casas al desalojarse el agua de las mismas, solo paquetes de despensas y otros apoyos se encontraban almacenados en algunas casas ejidales.

Por otro lado, se pudo contemplar también, como las personas que habían regresado a sus viviendas, con cubeta, escobas y trapeador en mano realizaban las limpiezas de sus pisos, con el fin de quitarle la suciedad que trajo consigo la crecida.

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