El mercado público Daniel Santos, de Jalpa de Méndez podría desaparecer ante la falta de mantenimiento.MIÉRCOLES 01/ABRIL/2009
JALPA DE MÉNDEZ, TABASCO, MÉXICO
TITO MADRIGAL LÓPEZ
MILENIO TABASCO/Corresponsal
Balancan.com
La apertura de centros comerciales, el desvío de recursos, el abandono y la insalubridad por basura nociva son algunas de las causas que alejan a los clientes del mercado público Daniel Santos de este municipio de Jalpa de Méndez.
A pesar de que dichos lugares pueden ofrecer mejores precios, alimentos frescos y variados, y ubicarse más cerca de los consumidores, su falta de competitividad los limita a enfrentar la competencia de las grandes cadenas que empezaron a ganarles terreno desde 2007 con la nueva tienda Súper Che y en el 2008 con Bodega Aurrera en este municipio.
Esa situación, la resistencia de los comerciantes a modernizarse, la falta de mantenimiento de los inmuebles por el desvío del presupuesto anual que se les destina, así como de programas para controlar la inseguridad y promocionarlos, ha provocado una caída de ventas diarias de 80 por ciento del mercado público Daniel santos García.
Por otro lado en las grandes tiendas comerciales, se suman horarios más amplios de los autoservicios y la facilidad de utilizar otros medios de pago como tarjetas de crédito o vales de despensa, lo cual ha provocado el cierre de más de 30 por ciento de los locales del mercado público municipal. Llamaron los locatarios a rescatar los negocios de este inmueble del mercado local del municipio, Para ello, se requiere la modernización.
El mercado local, que por tradición y los productos que venden no han sido abandonados por sus “marchantes”, pero existen otros que ejemplifican la crítica situación de abandono que atraviesan. Aseguran los comerciantes que este es el único mercado público que existe en todo el municipio.
Remarcan los locatarios, que en los techos de este inmueble se encuentran nidos de palomas entre otros animales por la falta de mantenimientos. Además se quejan de malos olores, principalmente de basura y roedores que se pasean libremente sobre las mercancías una vez que cierran los mercados.
La asambleísta culpó de la situación a la “grilla” de las fuerzas políticas, pues dijo que desde hace 10 años se ha tratado de actualizar sus normas, lo cual no ha sido posible por intereses partidistas.
En esa decisión influye también la negativa de los locatarios a algún cambio, por temor a que no se respeten sus derechos.
Por ello, informó que en el próximo periodo de sesiones impulsará que el reglamento de los mercados públicos tenga rango de ley con una normatividad estricta, pero también que incluya una viabilidad financiera para modernizarlos.
Mientras los consumidores reconocen que los mercados les ofrecen productos más baratos y frescos, consideran que en los centros comerciales tienen más artículos, pueden escoger la mercancía, hay ofertas, y aunque admiten que en muchos casos son engañosas tienen más confianza y seguridad en sus compras.
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